viernes, 21 de octubre de 2011

Palabras auxiliares



















ella le quiso decir que su mujer tenía los ojos fueguecidos
por eso bailaba radiante por las tardes
donde nadie la encontrara ni su sombra
que cuando caminaba por el centro
las calles y el amor le hacían guiños
y saltaba alguna vez en la vereda
porque encendía inocencias su mujer
y le quiso decir que si las noches
venían con tijeras en las manos
y recortaban raíces de hace tiempo
se le enredaban los sueños de tal forma
que su mujer paría histerias grandes
como fieras deformes y salvajes
le quiso y le quiso decir que fuera hombre
para amputar angustias con abrazos
cuando enroscaban el vientre tan seguros
y deshilar tristezas con dulzura
que su mujer se curaba solamente
si le regaban ternura
                        por los pies

C.

viernes, 14 de octubre de 2011

río río




















hay un río en algún lugar
con una serie de troncos
juntados entre sí
al azar
obligando al agua a correr
con una luz enrarecida
que refleja el caos de los árboles
sin niebla
sin tanto misterio
y sin sonidos espectrales,
solo el agua con sus tronquitos
robándose bastante sol,
nadándose únicamente hoy
sobre un fondo muy extrañamente azul
que hace que una se quede muda
a pesar de las risas alrededor
(siempre, muchas risas)
y si mira quieta
y le roba lo chicloso al tiempo
y le da un golpe seco en la nuca,
para que entonces te reconozca
como algo aparte suyo,
una quiere deshacerse,
y ser agua,
ser tronco,
ser completa y absolutamente azul

L.

¿...como me vieras?

















otra vez vuelvo con ganas de desvestirme
el efecto narcótico infalible del poema
para colmo resuena el cuarteto en el new faraón
y ensayo unos pasos vereda hacia mi casa
hace varias noches que duermo sola
y aunque no ha sido un problema desnudarme
con mis propias manos otras veces
te hubiera susurrado humildemente
que me ayudes a quitarme la camisa
como un favor al menos de cariño
de amigos de otro tiempo o compañeros
dormí tranquilo niño o desvestite
a las manos más dulces que te encuentren
ya me saco las botas y las ganas
respeto que no vengas a mirarme
sin ropas y sin luna hasta los pies

C.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La Guadalupe

por el cerro de tepeyac apareciste
virgencita con la cara de tu pueblo
morocha guadalupe niña nuestra
llegando a caminarle la dulzura
al indígena juan diego cuauhtlatoatzin
que llevó tus florecitas al Obispo
-aunque no te iba a aceptar por ser nativa-
vos andabas por acá para gritarle
que es lo mismo ser el monte y ser la virgen
ser la tierra y la diosa mexicana
vos llegaste lupita para abrirte
de las venas los hilitos de llovizna
que regaran las penas de tu pueblo
y lavarle las torturas y las muertes
y besarle los cuerpos solecidos
resistiendo desde abajo
                               la derrota

                                                        C.

Des- encuentro casual
















no lo había pensado...
hasta que lo vi pasar tan como antes
después de meses y meses por la calle
tan como entonces pero ahora
no había una palabra que decirse
no había ni mentiras para hablarse
un balbuceo siquiera ni un chistido
no quedó nada pero nada
nos agotamos todo lo posible
y lo imposible también royó ese hueso
tantos años de inventar presentes
y futuros saboreados con la boca
y ahora por la calle tan como antes
el extraño más extraño... me dio miedo
más amantes convertidos en lejanos
y el silencio terminando las partidas

C.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Yo si creo






















ay chinita mía ¿qué mundo te duele?
¿quién osó clavarte mentiras tan grandes?
¿quién te dejó en sangre correar la esperanza
y esa alma chiquita con huecos tan hondos?
¿quién te hizo temerle a tu cuerpo grandioso?
¿quién te dijo PUTA la primera vez?
quién pequeña mía te prestó su asco
para que te odiaras la pura inocencia
para que buscaras que cojan tu rabia
y te tiren sola y oscura después
ay chinita linda que sepan tus ojos
que creo en tu carne mojada de estrellas
y en tu gozo nuevo de lunas y soles
en el aire dulce lamiendo tus penas
y en tu voz que crece
                     su grito
                         de fuego.

C.