jueves, 24 de mayo de 2012

fosforito de sol

























Tantas caras bonitas, condescendientes
para que después una vaya caminando por ahí
exiliada de todos sus todo, sus algo y sus no sé.
Cuando sólo me divierten los árboles
no sólo amarillos de estos meses
en los que igual siempre es otoño,
a mí con esa no me compran,
sino unos rojos que vi todos juntos en el río.
Fosforitos que prende el sol
cuando solemnemente se va
de nuevo
como siempre.
Pero sí esos árboles
que te llenan de nada que sea importante
para casi nadie
excepto yo,
esta masa amorfa (porque no deja de ensancharse)
que lo único que sabe ese día
es que nada puede ser más hermoso,
nada más trascendente.

L.

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