hoy me detuve en la obra del frente de casa
la miré un buen rato mientras esperaba el colectivo
los obreros laburan hace meses
de la nada y mejor de otra cosa
que luego fue escombros que cargaron en conteiners
hicieron esta mole de cemento alisado
con vidrios transparentes
una mole perfecta con todos sus detalles
y será cuestión de gustos
pero no cabe duda es innegable
decir que esos hombres que se quiebran la espalda hombreando bolsas de cal
que hacen equilibrio en los andamios
que alzan ladrillo tras ladrillo
y colocan vigas y parantes
que cavan la tierra sobre grúas
y cubren la intemperie con cielos rasos
son artistas como lo fue kandinsky
como lo es galeano o como gelman
como el tío de lucía carpintero
como el mecánico del barrio en que fui chica
por poner un ejemplo otros ejemplos
de tantos artistas
casi siempre olvidados por la historia
ignorados por la gloria
que merecen
C.
ami, este es el poema del que te hablé hoy, que cuando me lo contaron, me acorde del tuyo!!! te lo comparto bien, ya que mi memoria no es de las mejores, jaja
ResponderEliminarEl origen del mundo
Hacía pocos años que había terminado la guerra de España y la cruz y la espada reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero anarquista, recién salido de la cárcel, buscaba trabajo. En vano revolvía cielo y tierra. No había trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros o le daban la espalda. Con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el único amigo que le quedaba. Por las noches, ante los platos vacíos, soportaba sin decir nada los reproches de su esposa Beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo, un niño pequeño, le recitaba el catecismo.
Mucho tiempo después, Joseph Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo contó. Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué al exilio. Me lo conto: él era un niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna, y el muy ateo, muy tozudo, no entendía razones.
- Pero papá -le dijo Joseph, llorando-. Si dios no existe ¿quién hizo el mundo?
- Tonto -dijo el obrero cabizbajo, casi en secreto- Tonto. Al mundo lo hicimos nosotros, los albañiles. EG
gracias amiga por compartirlo! jajja qué belleza! te quiero montones! gracias por estar siempre por acá! besitos de colores!
ResponderEliminarNo se olviden de los carniceros. El de la vuelta de mi casa es un cirujano. Trabaja meticulosamente el pedido solicitado, se toma el tiempo que amerite cada cliente, turno a turno. Asesora, elige, corta, desmenuza y desgrasa: es un artista con manos pegajosas. No ocurre así en las grandes cadenas de supermercados. Entonces, que no vengan con eso de que allí trabajan carniceros. Esos son apenas trozadores, envasadores y acomodadores de góndolas.
ResponderEliminarqué bueno que los recuerde a los carniceros! es un aporte fundamental por el que ahorita mismo no los olvidaremos! qué lindo que se aparezca por acá a completar mis palabras con las suyas, lo andábamos esperando! un placer y muchísimas gracias! bienvenido y salú! beso colorinche y que ande bellamente!
ResponderEliminar