la escuela se alborota
es un revoloteo de hormonas agilísimas
intensas frescas inocentes
los pibes y las pibas se ponen lindos
destilan una energía corporal hermosa
que se entienda
que se entienda
se enamoran con los ojos
invitan la sorpresa del encuentro
con esperanza alegre
perfuman el aire y me contagian
puedo sentir el propio movimiento de la sangre
el flujo rítmico y rojo por las venas
la flexibilidad y la fuerza de mis miembros
todavía jóvenes
me parece muy bien salir a la calle
sin demasiada ropa ni prejuicios
librar el ser al viento acalorado
y esperar el amor de un hombre
en plena siesta
C.
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