domingo, 4 de enero de 2015

Todo eso y nada más

soy tan pequeña como puedo ser
sé solo algunas cosas importantes
cavar el cemento para ver la tierra
hacer de mis amigos mis hermanos
hacer de mi familia origen y destino
tratar de oirme el cuerpo
sanar con las manos
mirar la luna
desear la luz
amar la vida
por ejemplo
sentir la alegría de mi pueblo
querer la alegría de mi pueblo
sorprenderme
despertarme siempre con la risa
si el amor despierta al lado mío
soy una mujer pequeña
se puede vivir sin mí
hay gente que sabiamente prescinde
hay gente que dulcemente prescinde
yo no puedo
vivir sin mí
no puedo prescindir
no quiero
dejar de verme a la cara
dejar de decirme las cosas
que dudamos
que creemos
la niña y la mujer que soy
yo
que no encarno salvación ni castigo
ni pretendo
te he amado
me he dejado amar
siento orgullo de la infancia que fuimos
entonces
si pudiera encargarte alguna cosa
si tuviera el derecho de pensarte
con mis cachos de paz
hombre y niño feliz
así saberte así
libre de culpas
soñador consciente
hacedor de tus propios milagros en tu vida
así saberte así
pequeñas certezas de mujer pequeña
                                               me bastaría


C.



sábado, 3 de enero de 2015

Asiento 7/ ventanilla

una mujer se baja en medio del camino con su hija
hay un par de casas sin cartel que las agrupe
y un puesto de sandías y otras frutas
bien vistoso y precario
que su dueño atiende
llueve
tal vez
alguna vez
viva en un lugar así
que se pueda observar cuando se viaja
que no tenga un nombre conocido
ni parada establecida
que sea
la opción del limonero
la estación del tiempo simple
un fluir al origen
                        de la calma

C.

jueves, 1 de enero de 2015

Vueltas

                                             a la meli garcía

en esta ruta murió mi padre una de sus vidas
precisamente la tercera desde que lo conozco
-tal vez hubiera otras anteriores-
la 19 es un camino hacia mi infancia
aquí murió mi padre en vísperas de primavera
para volver a nacer...
yo me vestí de colores
alfileretié mi vestido
remendé los años que ya tiene
-la historia del incendio-
con la firme intención de ser paisaje
para el corazón de la amiga que me espera
de la niña que me espera con sus ojos pícaros brillantes
amo a esta mujer desde los 7 años
por eso no temo transitar la 19
donde murió mi padre aquella vez...
-me queman las manos-
pero el tobiano y la chuncana
y las tardes en bici
y los noviecitos que compartíamos
y las mañanas de escuela
y la moto en que me llevaste al súper
cuando tendríamos escasos 13 años
(y vos estabas aprendiendo a manejar)...
voy en colectivo
no puedo dejar mi ofrenda al gauchito gil
todavía me arden muchísimo las manos
pero tu cara infantil es una fiesta
y mi padre también volvió a ser niño
como fuimos
como somos
                  hoy
                      nosotras

C.