esa vez nos perdonamos
entonces te mostré la casa
sin muebles todavía
sin gentes y sin luces
e hicimos el amor
donde iba a ser la pieza
donde iba a ser la cama
asi nos bautizamos
sin proyecto ni juicio...
la ultima también fue otro bautismo
sin perdones ni súplicas
apenas
una complicidad que a veces nos dejaba
escapar de la guerra...
y así nos despertamos
igual de separados y sin embargo unidos
entre heladera y macetas
en el suelo
con esa alegría tibia
con esa gratitud
de quien no espera
nada
entonces te mostré la casa
sin muebles todavía
sin gentes y sin luces
e hicimos el amor
donde iba a ser la pieza
donde iba a ser la cama
asi nos bautizamos
sin proyecto ni juicio...
la ultima también fue otro bautismo
sin perdones ni súplicas
apenas
una complicidad que a veces nos dejaba
escapar de la guerra...
y así nos despertamos
igual de separados y sin embargo unidos
entre heladera y macetas
en el suelo
con esa alegría tibia
con esa gratitud
de quien no espera
nada
C.